GOD HAS ARRIVED

"Mi amigo alemán ha demostrado ser un personaje incómodo".
Bertrand Russell. 18 de octubre de 1911.
***
La biografía, en este caso, queda en manos de Wilhelm Baum. Y la historia, cuenta Baum, acontece más o menos de este modo. En Viena, antes de su primer viaje a Cambridge, Wittgenstein asiste a la representación de Die Kreuzelschreiber (Los que firman con una cruz), obra de teatro del autor austriaco Ludwig Anzengruber. La obra cuenta las andanzas de "Juan el picapedrero", "un hombre –cuenta Baum- que vive al margen de las normas establecidas, en una sociedad formada por ricos terratenientes, a los que se les aparece como un hereje y un filósofo de aldea". Wittgenstein asiste a la representación en unos días en que, unos y otros, a la menor dificultad, no encuentran mejor salida que el suicidio. Y Wittgenstein, todos sabemos, sufre también de dificultades, pecados imaginarios, perplejidades… La vida de "Juan el picapedrero" resulta asimismo bastante difícil. Hijo ilegítimo de una criada, sufre una grave enfermedad que le deja al borde de la muerte. Abandonado por todos, alcanza una iluminación instantánea, una voz interior que le habla y que habla también a Wittgenstein (¡un desgarro profundo!) provocándole una inspiración mística que le acompañará, y le protegerá, el resto de sus días. "Tú formas parte del todo –dice la voz-, y el todo forma parte de ti. ¡No puede ocurrirte nada!"
***
Historia y vida privada. Imágenes de la Historia. Reutilización y reciclado de las imágenes de la Historia. Aunque, al parecer, al director de cine húngaro Péter Forgács le gusta citar el Tractatus de Wittgenstein cuando se le pregunta por su obra: "Todo lo que vemos –insiste Forgács- podría ser de otra manera. Cualquier cosa que describimos podría ser también distinta".
Los hechos, los objetos, están ahí, delante de nosotros, para ser narrados siempre con una visión aproximada. Cualquier narración alternativa los modifica y cambia hasta volverlos extraños, irreconciliables, cenizas de una memoria que no admite posteriores contradicciones.
***
"Creo que mi ingeniero alemán está loco".
Bertrand Russell. 2 de noviembre de 1911.
***
Mientras tanto, a miles de kilómetros de distancia de espacio-tiempo (¿se expresará así, en estos términos?), una sonrisa ejemplifica, ilógica y demente, la extraña riqueza del vacío. La intuición enseña que todas las cosas están constituidas por un mismo elemento. El monje zen lo recita a diario tantas veces como puede, trastocando, con ello, todo el sentido del universo. El sutra de Prajnaparamita Hridaya: "La forma es aquí vacío y el vacío forma. El vacío no es diferente de la forma, la forma no es diferente del vacío. Lo que es forma es vacío, lo que es vacío, eso es forma. Eso mismo se aplica a la percepción, al nombre, a la concepción y al conocimiento. Aquí, ¡oh Sriputra!, todas las cosas tienen el carácter del vacío, no tienen comienzo ni fin, no son manchadas ni inmaculadas, no son no imperfectas ni son perfectas".
Aquí la gente, al parecer, no está pensando en el suicidio, pero Shidharta Gautama tiene claro, desde un principio, las coordenadas por las que se rige todo el asunto. La noble verdad respecto al dolor no es otra que ésta: el nacimiento es doloroso –explica el Buda en su sermón de Benarés-, la vejez es dolorosa, la enfermedad es dolorosa, la muerte es dolorosa; el contacto con lo que uno ama es doloroso, la separación de lo que uno ama es dolorosa; no conseguir lo que uno desea es doloroso; en resumen los cinco objetos del apego son dolorosos. ¿Qué hacer entonces? Buda lo tiene también bastante claro: completa supresión y extinción del deseo (¿qué estará haciendo ahora Houellebecq?), el abandono, el renunciar a él, el liberarse de él, el no dejarle lugar alguno. ¿Quietismo entonces? No, tampoco se trata de esto, porque también aconseja el Buda: correcta opinión, correcto pensamiento, correcta palabra, correcta acción, correcto género de vida, correcto esfuerzo, correcta autoconciencia, correcta concentración.
El que se ríe, ahora, a miles de kilómetros de distancia, tiene todo el derecho del mundo a la risa. Ya saben: la Historia y la vida privada, el todo y las partes, la forma y el vacío.
¡No puede ocurrirte nada!
***
Extremadamente musical. Una pista. El jazz y la historia: Karl Wittgenstein, el padre de Ludwig, tocando el violín en Nueva York, en 1865, junto a una banda de negros. Y, ¡claro!, materia cibernauta que improvisa por sí misma: otra pista. El jazz y la utopía: Eric Hobsbawm cuando afirma amargamente que esta sociedad no está preparada para el jazz, y que quizás ni siquiera lo merezca.
***
"Mi buen alemán duda entre la filosofía y la aeronáutica".
Bertrand Russell. 27 de noviembre de 1911.
***
Aunque el concepto resulta difícil (o quizá justamente por ello), vuelvo a él con frecuencia, muy a menudo, esperando que todo, tarde o temprano, me resulte inteligible.
Daniel Basteiro y Laura Casielles, periodistas, responsables del blog Por si las moscas, llevan días entrevistando a personas cercanas al mundo de la blogosfera (bloggers, profesores de universidad, profesionales del periodismo), escudriñando entre las respuestas las claves precisas de este entusiasmo contagioso; hasta aquí todo correcto, justificado y comprensible. Lo que no parece tan comprensible, en cambio, es que me hayan remitido también a mí el cuestionario: a pesar de que agradezco la temeridad de estos nuevos amigos, no sé muy bien qué puedo aportar yo en estos temas "periodísticos". Del periodismo me interesa lo mismo que me interesa del arte, del fútbol o de la filosofía, es decir, un cierto estilo. Me lo recuerda Wittgenstein en una anotación de sus diarios de 1930. "Estilo –escribe Ludwig- es la expresión de una necesidad general humana. Esto vale tanto del estilo de escritura como del estilo de arquitectura (y de otro cualquiera). Estilo es la necesidad general sub specie eterni".
Aunque el concepto resulta difícil (lo reconozco), no está de más mencionarlo. Sub specie eterni, es decir, visto bajo el punto de vista de lo eterno, de lo infinito. Se olvida o no la entrevista, pero nunca se olvidada el gesto. God has arrived ahora, en este mismo momento, al mundo del periodismo.
***
"Hubo un tiempo en que estuve dándole vueltas a la idea de hacerme arquitecto o boticario. Pero caí en la cuenta de que no podía encontrar en estas profesiones lo que yo buscaba. En el fondo, cuando uno ejerce esos oficios, y también otros, únicamente es un tendero. Lo que yo quiero es irme al otro barrio siendo una persona decente".
Ludwig Wittgenstein. En el otoño de 1922, cerrando y pasando página.
3 comentarios
Enrique -
Un abrazo a todos.
Daniel Basteiro -
Magda -
He leido la entrevista y me ha gustado mucho, felicidades a Daniel Basteiro y Laura Casielles por haberte elegido para ella. Ojalá llegaras a escribir ese titulo del post que te gustaría publicar...
Muchas gracias por la recomendación y un abrazo para ti.